Esta entrevista fue actualizada el 12 de agosto para el envío 41º del boletín de noticias de The Fartlek. Desde esta conversación, a pesar de que Colleen Quigley se perdió el Mundial de Doha por una lesión, su carrera tuvo un ascenso en 2020, un año atípico por la pandemia del COVID-19. En el mes de junio y julio, Colleen cosechó récords personales en 5.000m (15:10) y en 800m (2:02.98).
Colleen Quigley no abrazó el sueño olímpico hasta que un día, en la universidad mientras alternaba con su trabajo como modelo, entendió -según ella misma describe en su bio– que quería recorrer un camino diferente. Hasta entonces, sus únicas conexiones con el deporte habían sido un padre profesor de educación física y un pasado como miembro del equipo de fútbol femenino en la escuela, en St. Louis, Missouri. Sin embargo y a través de la danza, Colleen había comprendido el alcance de un entrenamiento, la disciplina y el ejercicio de ponerse metas incluso por delante de los miedos. Años después, fue cuando habló con Harvey, su entrenador en Florida State, que comenzó definitivamente a planear una vida dentro del atletismo.
Su primera gran conquista a nivel universitario fue la medalla de plata en el campeonato de cross country de la NCAA, en 2012, primera de muchas medallas que conseguiría en campeonatos regionales y nacionales en distintas distancias y a lo ancho del país, desde el cross a la milla o los obstáculos. En 2015, su conquista más resonante fue el campeonato al aire libre de tres mil metros con obstáculos de la NCAA. Lejos había quedado su precoz sueño de rentar un apartamento en Nueva York como modelo. Desde ese momento, su vida dio un auténtico vuelco y se mudó, pero a Portland, Oregon, para unirse al equipo de entrenamiento de Jerry Schumacher, Pascal Dobert y Shalane Flanagan, el Bowerman Track Club. La historia después de aquel suceso es más o menos conocida, con un decimosegundo puesto en el Campeonato del Mundo de Beijing en 2015 y el octavo puesto en los 3000m con obstáculos de los Juegos Olímpicos de Río 2016 con mejor marca personal de 9:21.10.
Desde Oregon, Colleen Quigley le responde a The Fartlek sobre muchos temas, empezando por su gran triunfo en la milla cubierta del Campeonato Nacional Estadounidense Indoor, precisamente en Nueva York y frente a la imbatible Shelby Houlihan, que dejó escapar su octavo título nacional en esa prueba. “Venía de ser segunda en los últimos dos años en los campeonatos indoor, definitivamente me sentí muy satisfecha de ganarle a Shelby y conseguir el campeonato”.
Bowerman Babes
A propósito, sobre esa sana competencia entre compañeras de equipo, Colleen dice que “Las Bowerman Babes entrenamos juntas todos los días, pero también somos competidoras. Hemos aprendido a equilibrar ambas cosas y sabemos que somos mejores atletas cuando trabajamos juntas y nos ayudamos a mejorar cada día. Este puede ser un deporte solitario, por lo que es increíble tener compañeros de entrenamiento para trabajar en la pista. También vamos a campamentos de entrenamiento juntas y pasamos semanas viviendo juntas, cocinando juntas, comiendo juntas, prácticamente haciendo todo juntas. Personalmente, me siento más cómoda teniendo una compañera de equipo”.
Últimamente ha habido muchas notas sobre el fenómeno de las #BowermanBabes (como se las conoce popularmente) sobre cómo es el método de entrenamiento de Jerry Schumacher y el equipo, que ahora tiene una coach estelar, una de las mejores maratonistas de todos los tiempos, Shalane Flanagan. Tienen excelentes corredores de larga distancia (Evan Jagger, Mariele Hall, Amy Cragg, sólo por mencionar algunos), pero sus principios básicos de entrenamiento y equipo, potenciado por el peso propio de sus protagonistas. Por mencionar sólo un ejemplo, el campeón olímpico de 1500m Matt Centrowitz Jr. acaba de dejar el Nike Oregon Project y a Salazar para unirse a Schumacher. El hecho de tener a una leyenda viva del maratón como Shalane Flanagan entre sus filas, compartiendo entrenamientos e indicaciones con Jerry, le da otro valor agregado. Colleen es clara sobre eso: “Jerry y Pascal son entrenadores increíbles y tenemos la suerte de que lideren nuestro grupo. Shalane está pasando de ser una profesional a tener un rol de apoyo para nuestro equipo y estamos muy contentos de tener su experiencia y orientación aún más de lo que lo hemos hecho en el pasado con ella como compañera de equipo. ¡Me sorprendería si pudiera encontrar un grupo de entrenadores más elite, calificado y poderoso!”, dice enfáticamente.

Deporte universitario
Mientras en Argentina la situación del deporte es crítica con fondos económicos que se han reducido y deportes profesionales cada vez más precarios, en Estados Unidos, amparados por el sistema universitario deportivo, el sistema de desarrollo del atletismo parece no tener techo.
“Tuve una gran experiencia en la NCAA y estoy muy contenta de haber podido ser estudiante y deportista, obtener una educación gratuita y desarrollarme como atleta al mismo tiempo. Tuvimos excelentes entrenadores, recursos como viajes, alojamiento, equipo y asistencia académica en forma de tutores y asesores. Esta oportunidad de desarrollarme como atleta y al mismo tiempo ir a la escuela fue muy importante para mi carrera como profesional. Ahora también tengo un título universitario con el que puedo volver atrás y usarlo cuando termine de correr profesionalmente. Y el peso de los préstamos estudiantiles no es algo sobre lo que haya tenido que estresarme desde la graduación, por lo que estoy muy agradecida”.
Sobre ese pasado en la NCAA, su estancia en FSU, la transición a la competencia de alto rendimiento en la NCAA para luego convertirse en profesional y su viejo anhelo de ser modelo, Colleen afirma: “Dejé que mi carrera se desarrollara de forma natural y gradual, lo cual, mirando hacia atrás, creo que ha sido una gran clave para mi éxito como atleta. Nunca fui presionado para correr en la universidad o profesionalmente, así que siempre pude mantener vivo mi amor por el deporte. Cada vez que me movía al siguiente nivel, por supuesto, había una transición a medida que el nivel de intensidad de la capacitación aumentaba de la escuela secundaria a la universidad y de la universidad a la profesional.”
Una semana típica de entrenamiento
“Generalmente hago mi entrenamiento principal por la mañana, luego una sesión más corta por la tarde unas cuantas veces por semana. Hacemos ejercicios en la pista de dos a tres veces por semana, levantamos pesas tres veces por semana y hacemos una carrera más larga semanal o cada diez días. Hacemos mucho entrenamiento de altura durante cuatro-cinco semanas previas a una gran carrera para realmente enfocar y prepararnos físicamente. Es un trabajo muy duro, ¡Pero siempre vale la pena al final!”
En cuanto a sus próximos objetivos con la temporada de pista al aire libre finalizada en un año atípico de COVID-19, Quigley traza sus próximos pasos: “Quiero acercarme a los 9:00 y espero romper el récord estadounidense, pero todavía planeo hacer al menos un 1500 este año para seguir trabajando en acercarme a la barrera de cuatro minutos.”
Vencer miedos
En su biografía y casi como un manifiesto, Colleen habla sobre el “Miedo al rechazo”. ¿Cómo puede una atleta de élite como ella dominar el miedo y la ansiedad y qué consejo puedes dar a los corredores aficionados? “Al crecer, no me gustaba correr porque sabía que pisar la línea significaba que podía perder y odiaba perder (aún lo hago). Ahora que soy mayor, me doy cuenta de que tenes que ponerte en la línea de partida y arriesgarte a perder si alguna vez querés tener la oportunidad de ganar. Superar el miedo al fracaso es un proceso que dura toda la vida y algo con lo que sospecho siempre estaré lidiando de alguna manera. Una cosa que comencé a hacer en los últimos dos años es retomar la meditación. Escribí sobre mi viaje encontrando meditación en distintas partes. No todas las personas están abiertas a esta sugerencia, pero a cualquiera que tenga problemas con el miedo al rechazo, al fracaso o ansiedad por las carreras, les digo: “¿Por qué no?” Si no funciona, bueno, está bien, podría doler y podría ser exactamente lo que necesitas para enfrentar las voces en tu cabeza.”