Foto de portada: Estefania Burgos (@sportraits.ph)
No hay mucho para agregar, en los papeles de presentación, sobre Joaquin Arbe. Múltiple campeón nacional de pista y calle (45 títulos, para ser exactos) y flamante dueño de la segunda mejor marca de la historia del maratón, aquellas 2:11.04 que le valieron su pasaporte a Tokio 2020, el chubutense conversó con nosotros desde su Esquel natal. Cómo vive y cómo ve la cuarentena, cuáles fueron las fortalezas en medio de la pandemia para él, su esquema de entrenamiento, próximos objetivos, la reprogramación de los Juegos y mucho más. Sobre todo, Arbe demuestra con el ejemplo una capacidad de volver de los obstáculos oportunidades, de las complejidades, una vida honesta.
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Algunas de sus principales frases:
Sobre la cuarentena: “Hay cosas que no se entienden acá, cómo habilitan algunos sectores y otros no. Acá se habilitaron los casinos y las cervecerías pero no dejan que se junten cinco o seis a entrenar. Después, acá la prevención en Chubut fue bastante buena. En Esquel no hay ni un solo caso.”
“Por suerte me mantuve. Estuve un mes sin hacer nada pero después ya conseguí una cinta, hicimos una nota con los demás atletas y conseguimos salir. Hace varios meses que estoy entrenando en forma competitiva”
“Lo que más me gustó de la cuarentena fue que pude estar mucho tiempo con mi familia, pude terminar mi casa. Estábamos en construcción y no pensaba que este año íbamos a poder terminar la casa. También pude estar con mi bebe y disfrutarlo, que ahora cumple el año. Con mis dos primeros hijos no pude estar el primer año por el tema de los viajes, estaba siempre afuera. Ahora lo disfruté. Fue positivo”

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“Ya se cumple un año de que nació mi bebé, de que hice la marca para los juegos. Increíble. A mi siempre me gusta ir por retos difíciles, me decían que era imposible y pude lograr muchas cosas. Soy muy competitivo, me gusta ponerme algo en la cabeza y tratar de lograrlo, apostar, ir en contra de lo que me digan los demás. Soy cabeza dura, muchas veces me ha ido mal y muchas veces me ha ido bien”
“Ahora puedo entrenar mucho mejor, tengo mas sponsors, más apoyo, puedo llegar a fin de mes, no tengo que cortar mi entrenamiento para correr en la calle y ganar unos pesos.”
“Mi entrenamiento siempre fue medio básico, 120 o 130 kilómetros semanales. Una vez pasadas largas, otras cortas, no perder el plus de velocidad. Nunca preparé una distancia específica, no hice puesta a punto nunca. Fue una buena preparación la del maratón, pero no sumé lo que debería haber sumado. Creo que me ayudó mucho el descanso entre medio. Soy medio indio y quizás por eso me va como me va, gané muchas carreras que ni yo sé cómo las he ganado.”
“Con Jorge arrancamos en febrero de 2019, yo le conté que mi situación era complicada, no tenía un entrenador, si no era rentable tenía que correr hasta dos carreras por mes para llegar a fin de mes. Le dije ‘Yo más que un entrenador necesito alguien que me ayude con mis cosas, que esté más pendiente de las redes, de mis mails, de los sponsors’. Nos tocaron dos carreras en Cuyo, tuvimos el primer cruce pero después él entendió y él me ayudó mucho, me gestiona todo. Hoy me pasa los entrenamientos, cuando puedo hago el plan, sino lo modifico si no me siento bien. Él es un tipo muy ordenado, yo soy un desastre, nos acomodamos. Imaginate que yo nunca en mi vida anoté mis entrenamientos y ahora lo estoy haciendo, él me saca hasta el promedio de las pasadas (risas).”
Sobre el maratón de Buenos Aires: “Dejé a mi señora dos meses embarazada, al final. Hice mucho sacrificio. Tenía miedo de haberla dejado los últimos dos meses de embarazo y que me vaya mal. La media maratón me dejó mucha confianza, pero bajé de Cachi medio bajoneado porque no había podido entrenar bien. Esperaba correr en 2:14 y jamás pensé que iba a lograr la marca olímpica en el primer intento. Los últimos 500 metros se me aflojó todo, iba con un nudo en la garganta de la emoción.”