Con un interesante prontuario dentro del atletismo que incluyó tres títulos nacionales U18 en 1500m y un campeonato también U18 pero de cross, cuando a la joven que representa a la Federación Atlética Metropolitana la contactaron para estudiar en Estados Unidos, en plena pandemia, a pesar de las dudas iniciales luego no dejó pasar la oportunidad. A los 19 años Anastasia Kirillov hoy representa a una de las universidades con más impronta en el deporte universitario, Drake University, y acaba de lograr sus mejores registros tanto en 1500m como en 5000m luego de competir hace algunos meses en el Nacional de Mayores de Argentina, representando a la asociación El Bosque de la FAM. Estudiante de la carrera de Farmacia, Anastasia Kirillov, que acaba de terminar su año de freshman year, responde algunas preguntas desde Des Moines.
Primero, ¿Por qué decidiste irte a Estados Unidos a estudiar y cómo influyó el atletismo y la elección de Drake en esta etapa de tu vida?
Diría que me sorprendí a mi misma con mi decisión de irme. Estudiar en Estados Unidos no era algo que venía planificando o proyectando con anticipación, ni tampoco lo busqué yo. Ya estaba decidida a estudiar Bioingeniería en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires. Es mas, completé un cuatrimestre entero en la institución después de terminar la secundaria a fines del 2019. Durante el verano del 2020, me contactó Jay, el entrenador del equipo de Drake, para preguntarme si me interesaría correr por el equipo universitario. Yo ya tenía muchos objetivos deportivos fijados para la temporada de pista del 2020, así que cuando leí el mensaje en mis redes al principio no le di importancia. Igualmente respondí que me gustaría saber más por curiosidad más que nada. Arranqué mis estudios de ingeniería en marzo. Por ese momento estaba en contacto con Jay, pero no veía irme afuera como algo que realmente quería hacer. Semanas después, se cancelaron todas las competencias deportivas por la pandemia de COVID-19. Me mantuve enfocada en el estudio y no pensaba mucho en qué iba a pasar. Sin embargo, cuando llegó la mitad del año, me di cuenta de que tenía ganas de ganar nuevas experiencias. Después de poner bastantes cosas en la balanza, decidí venir acá a Des Moines, Iowa, sin ponerme presión de que mi decisión tuviera que ser definitiva. Es decir, vine con la mente abierta a aprender y conocer.
¿En qué año de la universidad estás y cuáles son tus objetivos como estudiante?
Justo esta semana termino mi freshman year, que es el primer año de estudios universitarios. Soy estudiante del programa de farmacia. Mis estudios se dividen en dos etapas: los primeros dos años son de preparación general; luego, aplicaría a entrar al colegio de Farmacia, es decir, al programa profesional. La totalidad de años que tardaría para obtener el título de PharmD (doctorado en farmacia) sería de seis. Mi objetivo por ahora es seguir esos pasos de la carrera. Seguramente, también voy a unirme a alguna de las organizaciones profesionales de farmacia que hay en la universidad más adelante.

Hablamos y seguimos mucho en The Fartlek el devenir del atletismo universitario en Estados Unidos, compartimos varias entrevistas con atletas argentinos que estudian allá, entrenadores. En primera persona, ¿Cómo vivís desde adentro el sistema del deporte universitario? ¿Es muy exigente? ¿Cuáles son sus fortalezas y cómo es una semana típica de entrenamiento?
El sistema del deporte universitario estadounidense es muy diferente a como se vive el atletismo en Argentina. Primero, está muy fuertemente arraigada la idea de equipo. Esto ya viene de las escuelas. Todas las escuelas primarias y secundarias tienen equipos de atletismo. Esta es la forma en que los chicos se inician en el deporte. Después, las universidades recrutan a los atletas que se destacan para que formen parte de sus equipos. En el día a día, la sensación de equipo se percibe de muchas formas. Es muy común entrar en grupos en la pista y fuera de ella, rara vez alguien corre por su cuenta. También el equipo forma una gran parte de la vida social. La mayoría de mis amigos de acá son compañeros de equipo y pasamos mucho tiempo juntos. En cuanto a la exigencia, diría que quizás no es tan notable en los tipos de entrenamiento en sí, sino en las competencias y la actitud hacia ellas. Es muy común acá dejar de correr competitivamente luego de graduarse. Por eso, se suele competir muy seguido y aprovechar cada carrera durante la temporada. También, muchos torneos tienen clasificación por equipos, por lo cual siempre hay cierta presión de estar al nivel cada vez. Obviamente, hay muchísimas mas corredoras acá que en Argentina, y en cada carrera tengo competencia fuerte. Siempre las series que me tocan son desafiantes, todavía no he podido mantenerme en la punta cómodamente. La fortaleza principal del sistema es tener personas con quienes compartir sesiones de entrenamiento y siempre tener gente rápida en competencia. Eso es un factor que estimula el progreso deportivo. Cuando llegué al equipo el año pasado, mi semana de entrenamiento pasó a ser muy diferente a lo que era cuando entraba en Argentina con César Roces. La planificación típica semanal de acá es tener dos trabajos de calidad intensos, complementados con muchos kilómetros suaves, incluyendo un fondo largo. No diría que esa estructura no me servía, pero tuve algunos problemas de molestias y fatiga hacia el final del año, así que hablé con el entrenador de Drake para hacer cambios y volver a la planificación de César, quien me está guiando y planificando ahora. Claro que sigo corriendo con mis compañeras y sigo supervisada por Jay, pero ahora la estructura de trabajos principales es la que tuve y me sirvió por muchos años antes de venir a Estados Unidos. Eso me ayudó mucho motivada y con confianza para lo que se viene.
Viniste a Argentina a competir por el Nacional en 2020 con las mejores corredoras del país, representas a la FAM acá, ¿Cómo ves el atletismo de nuestro país y latinoamericano desde afuera?
Nuestro atletismo tiene muchos aspectos positivos. Mucha gente en Argentina entrena con la dedicación y la estructura un atleta profesional, incluso desde muy joven. Yo creo también que muchos entrenadores tienen muy buena formación y ayudan al atleta a progresar muchísimo, como es el caso del profesor César Roces. Por eso, no creo que la forma de entrenar acá de ventaja a los atletas del sistema estadounidenses en sí, sobre todo porque no es muy individualizada, con lo cual no siempre todos pueden adaptarse de la mejor manera. Lo que sí se destaca acá es el interés por el deporte generado por la inmensa cantidad de equipos de atletismo que hay, junto con la posibilidad de obtener becas universitarias y monetizar la carrera deportiva luego de la universidad obteniendo contratos profesionales. Es decir, acá está muy desarrollado el marketing del atletismo y la estructura que permite combinar la universidad con la practica deportiva, en comparación con Latinoamérica donde generalmente se practica a nivel amateur y por menos personas, que muchas veces se encuentran ante complicaciones para balancear el entrenamiento, trabajo y/o estudio.
Hace dos años dominaste la categoría U18 con títulos en la pista, tanto en 1500 como en 3000m, y también en el cross. ¿Te costó el paso hacia categorías mayores y al sistema estadounidense o te adaptaste rápido?
La respuesta depende de a qué te referís cuando preguntás si me adapté. Ya en la categoría U18 solía competir con chicas más grandes; por ejemplo, en el 2019 corrí 1500 en el Nacional de Mayores. Por lo tanto, no me resulta difícil el hecho de correr con personas que quizás tienen mejores antecedentes. Al contrario, diría que la presión es menor y me resulta mas fácil seguir desarrollando mi potencial, aunque quizás no pueda ganar títulos nacionales a este nivel como antes. Hay momentos que son de aprendizaje también. Por ejemplo, en las dos 1500 que corrí esta temporada outdoor la carrera me sorprendió, en un caso por ser muy especulativa al principio y luego muy agresiva al final, en el otro por ser tan rápida de entrada que apenas pude engancharme al pelotón. Lejos de verlo como algo negativo, tener tantas sorpresas y desafíos me emociona y divierte.

Competiste hace algunas semanas en los Drake Relays con las mejores atletas estadounidenses universitarias, lograste una muy buena marca ahí con 17:23 para los 5000m y 4:45.16 para los 1500m. ¿Qué sigue en el calendario al aire libre?
¡Gracias! Este fin de semana correré 1500 en mi última competencia universitaria de este año académico. Es probable que mi temporada continúe en Argentina, dependiendo de como siga el calendario competitivo allá.
La NCAA se destaca sobre todo por sus cross tan competitivos y vistosos. ¿Estas en la Division I? ¿Preferís correr el cross o en la pista?
Acá las universidades se dividen en tres divisiones de la NCAA para todas los deportes. Es decir, mi universidad pertenece a la División I tanto en atletismo, como en todos los demás deportes que se practican. Cada año se corre una temporada de Cross, que incluye torneos más recreativos, así como un campeonato de conferencia. Las conference son grupos de universidades que compiten entre ellas. En este campeonato, cada corredor suma puntos por posición para su equipo. Para llegar al nacional de Cross, un equipo universitario tiene que posicionarse bien en su conference y después también en su región, que agrupa a más cantidad de universidades. Asimismo, un atleta puede clasificar al campeonato de la región y al nacional por participación individual. Llegar al Nacional de Cross sería una experiencia única, por lo cual apuntaré a ello o a estar lo más cerca posible de lograrlo.